
- 11 de marzo de 2019
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- Posted by: Dra. Mónica Astudillo
Los bebés dan patadas en la tripa de su madre con un objetivo: explorar su propio cuerpo y desarrollar un mapa del entorno. Esto es lo que han descubierto investigadores de la Universidad de Londres (Reino Unido) que, tras medir las ondas cerebrales producidas por los pequeños, encontraron que los movimientos de las extremidades durante el sueño podrían ayudarles a tomar conciencia de sus cuerpos y sus alrededores.
Para el estudio, publicado en Scientific Reports, se utilizaron sensores de electroencefalografía no invasiva (EEG) que examinaron actividad cerebral durante el sueño de 19 bebés recién nacidos. El sueño activo se identificó conductualmente según la observación lateral de movimientos oculares rápidos, respiración en gran parte irregular y movimientos frecuentes y aislados de las extremidades.
Por ejemplo, los expertos observaron que el movimiento de la mano derecha de un bebé hacía que las ondas cerebrales se activasen inmediatamente en la parte del hemisferio izquierdo que procesa el contacto con la mano derecha. De esta forma, pudieron comprobar que las patadas fetales en las últimas etapas del embarazo ayudaban a desarrollar áreas del cerebro que se ocupan de la información sensorial. De esta forma, el bebé desarrolla una sensación de su propio cuerpo. Las rápidas ondas cerebrales provocadas por el movimiento desaparecen cuando los bebés tienen algunas semanas de vida.
Hasta ahora, se sabía que el movimiento espontáneo y la consiguiente retroalimentación del medio durante el período de desarrollo temprano son necesarios para el mapeo cerebral adecuado en animales como las ratas. «Aquí demostramos que esto también puede ser cierto en los humanos”, afirma el neurocientífico Lorenzo Fabrizi de la University College London (Reino Unido).
Importancia del sueño
Sin embargo, el número de niños que participaron en el estudio es bastante bajo y además, los investigadores reconocen que los bebés que se mueven naturalmente más que otros mientras duermen pueden alterar los resultados. Aún así, los autores insisten en que los hallazgos son un recordatorio de lo importante que es proteger el sueño en los niños pequeños, especialmente en los bebés prematuros, cuyo sueño REM es vital para el desarrollo de este mapa sensorial.
Para Kimberley Whitehead, de la UCL, «los hallazgos tienen implicaciones para proporcionar el entorno hospitalario óptimo para los bebés que nacen antes de tiempo, para que reciban la información sensorial adecuada. Por ejemplo, ya es una rutina que los bebés estén anidados en sus cunas: esto les permite «sentir» una superficie cuando sus extremidades patean, como si todavía estuvieran dentro del útero.
Pero la investigación tampoco termina ahí. El trabajo más reciente del equipo, aún no publicado, examina cómo se desarrolla el desarrollo sensorial posterior después de que se llevan a cabo los primeros procesos de mapeo. «Estos patrones tempranos [desarrollados generalmente en el útero] trazan los caminos en los que la experiencia después del nacimiento puede funcionar para refinar el mapa inicial», dijo Whitehead a Live Science.
Contrariamente a parte de la literatura científica, una nueva investigación publicada en el American Journal of Clinical Nutrition, ha encontrado una relación entre el consumo de cafeína durante el embarazo y bebes con bajo peso al nacer. Mientras que investigaciones anteriores afirmaban que el consumo de cafeína durante el embarazo podía provocar problemas en un bebé en desarrollo, pero que existía había un nivel seguro de consumo, los investigadores en este nuevo informe sugieren que incluso la ingesta en pequeñas cantidades de estas bebidas puede causar un menor peso al nacer, y reducir el tamaño de la cabeza del recién nacido y la edad gestacional al nacer.
Beatriz de Vera
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.